He vivido la pandemia y el confinamiento como la mayoría de las personas. Con días de bajón y otros días viéndolo de la mejor manera posible he intentando no pensar mucho en el futuro, sino viviendo el día a día. Gracias a este tipo de iniciativa y a muchas otras, el diseño gráfico demuestra su compromiso más social y la importancia del mismo.
Como ha ocurrido a lo largo de la historia, el diseño ha proporcionado soluciones, ya sea para prevenir la propagación de otras pandemias, o para animar a la población durante las guerras.
Por eso la comunicación gráfica juega un papel fundamental y el diseño como nosotros mismos, tenemos que adaptarnos a un mundo cambiante. Inevitablemente las cosas inesperadas llegan y entorpecen nuestros planes, pero no por ello, lo tenemos que tomar como un fracaso. Como diseñadores, somos parte de este cambio y es a la sociedad de hoy en día a la que tenemos que dirigirnos, ayudar con las herramientas que disponemos y de la mejor manera posible.